
Una querida tradición del fútbol americano universitario en la Universidad de Texas Tech está llegando a su fin, ya que la Conferencia Big 12 ha prohibido oficialmente que los aficionados lancen tortillas durante los saques iniciales de los partidos en casa. Esta práctica, que ha sido una parte distintiva del ambiente de juego de los Red Raiders durante décadas, enfrenta su eliminación debido a las regulaciones de la conferencia que buscan evitar que se lancen objetos al campo [1].
La tradición de lanzar tortillas, cuyos orígenes exactos siguen siendo objeto de diversas teorías, ha sido un aspecto único de la cultura futbolística de Texas Tech desde principios de los años 90. Mientras algunos afirman que comenzó como respuesta a un comentarista de ESPN que sugirió que en Lubbock "no había nada más que fútbol y tortillas", otros lo atribuyen a estudiantes que simplemente buscaban formas creativas de introducir comida en los partidos [1].
La tradición se ha arraigado tanto en la experiencia de los días de partido de Texas Tech que los aficionados han desarrollado técnicas específicas para pasar las tortillas por seguridad, incluyendo esconderlas en las botas o doblarlas en los bolsillos traseros. El ritual generalmente ve cientos de tortillas volando por el aire durante el saque inicial, creando un espectáculo único que se ha vuelto sinónimo del fútbol de los Red Raiders.
La decisión de la Big 12 llega como parte de esfuerzos más amplios para mantener la seguridad y el orden durante los partidos. El director atlético Kirby Hocutt reconoció la importancia de la tradición pero enfatizó la necesidad de cumplir con las regulaciones de la conferencia. La universidad está trabajando ahora en encontrar formas alternativas de preservar el espíritu de la tradición mientras se adhieren a las nuevas reglas.
La prohibición ha generado discusiones sobre el equilibrio entre mantener tradiciones queridas por los aficionados y garantizar la seguridad en los partidos. Muchos seguidores de Texas Tech han expresado su decepción por perder este aspecto distintivo de su cultura futbolística, aunque la universidad sigue comprometida con fomentar otras tradiciones únicas en los días de partido que no entren en conflicto con las políticas de la conferencia.